EMPANADA DE SARDINAS
Esta receta, típica de la cocina gallega, no es nada difícil pero sí un poco laboriosa. A nosotros nos gusta tanto que no resisto la tentación de publicarla. Merece la pena darse un poco de trabajo con ella.
Yo la hago de dos veces: un día preparo el sofrito y la masa, y al día siguiente las sardinas y la empanada propiamente dicha. Así no me da pereza ponerme.
EMPANADA DE SARDINAS
INGREDIENTES:
Sardinas frescas de tamaño mediano o pequeño
Pediremos en la pescadería que nos las desescamen, quiten tripas y cabeza y nos las abran al medio.
Les eliminaremos también la espina central dejando solo los lomos.
Para el sofrito
1 cebolla – 1 ajo – 1 pimiento rojo – 3 tomates rojos o un bote de salsa de tomate – 1 cucharadita de azúcar – sal
Picamos menudos todos los ingredientes y los sofreímos en una sartén empezando con la cebolla, el ajo y el pimiento rojo y añadiendo el tomate al cabo de unos minutos, cuando la cebolla se pone trasparente.
Lo sazonamos entonces con el azúcar y la sal y dejamos que se haga durante unos 20 o 30 minutos o hasta que lo vemos todo blando y espesito.
Para la masa
250 gr de harina – un pellizco de sal – 1 cucharadita de polvos de hornear o levadura química – 100ml de leche templada – 80ml de aceite de oliva crudo.
Mezclamos la harina con la sal y la levadura y lo cernimos sobre un cuenco.
Agregamos la leche templada y el aceite y lo mezclamos con un tenedor de metal hasta que todos los ingredientes quedan integrados y se nos forma una masa que se desprende de las paredes del cuenco.
Hacemos una bola con la masa, la envolvemos en film transparente y la guardamos en el frigorífico para que repose durante al menos media hora.
La empanada
Dividimos la masa en dos partes y estiramos cada una de ellas con el rodillo de la forma que nos guste: cuadrada, redonda, en media luna… Yo la estiro encima de un papel de hornear que luego traslado a la bandeja del horno.
Cubrimos la placa de masa con el sofrito, dejando un reborde libre.
Encima del sofrito colocamos las sardinas y tapamos con la otra placa.
Juntamos los bordes de ambas placas, presionando bien para que al cocer no se separen y pinchamos con un tenedor la placa superior en varios puntos.
La pintamos con huevo batido y la metemos a horno precalentado a 180ºC en la parte central, durante unos 35 o 40 minutos o hasta que se vea dorada y crujiente.
¡Y a disfrutarla! Y si es en el campo después de una marcha, mucho más rica.(Yo no tiro las espinas de las sardinas. Mi reumatólogo me dijo que eran buenísimas para prevenir la osteoporosis así que me las preparo bien crujientes en ensalada).
(Esta entrada fue publicada el 24/4/10 y ha sido ahora actualizada con la incorporación de fotografías y explicaciones más detalladas).
Comentarios
Esta con sardinas, esta de rechupete.