PATATAS VIUDAS CON PIMIENTOS.
No es necesario discurrir mucho para darse cuenta de dónde le viene el nombre a las patatas viudas: se guisan solas, sin compañía de carnes o pescados que les alegren la vida.
Era y es un plato humilde que, en aquella zona seca y árida donde yo nací (ahora muy próspera gracias a las aguas del canal), sustituía a la leche a la hora del desayuno.
No había pastos, no había vacas, no había leche. Los niños y mayores desayunaban unas patatas viudas en sus escudillas de barro, generalmente a la puerta de la calle, charlando con los vecinos.
En época de pimientos, seguían siendo viudas de carne pero el pimiento que las acompañaba, les daba sabor y alegría; si el pimiento era del Bierzo, más alegría todavía (por lo picantes).
PATATAS VIUDAS CON PIMIENTOS
INGREDIENTES para dos personas
- Medio kilo de patatas
- 250g de pimientos rojos o verdirrojos.
- 1 cebolla (200g)
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de pimentón
- 3 cucharadas de aceite
- Una hoja de laurel y sal
ELABORACIÓN
Pelamos y troceamos la cebolla en cuadritos, los pimientos en trozos grandecitos y la patata triscada.
Ponemos en una olla agua al fuego y cuando está hirviendo agregamos las hortalizas: pimientos, cebolla y patata y la hoja de laurel. Sazonamos con sal y dejamos que cueza hasta que la patata esté muy tierna.
Mientras, hacemos un refrito poniendo en una sartén el aceite y dorando en ella los ajos cortados en láminas.
Cuando los ajos comienzan a dorarse, apartamos la sartén del fuego y agregamos el pimentón y un cacillo del agua de cocer las patatas.
Volcamos el refrito sobre las patatas, revolvemos un poco y nos lo comemos muy caliente.
Tengo que decir que a mi me gustan caldosas pero la costumbre era hacerlas más bien secas, con el agua justa (quizá debido a lo escasa que también era el agua que la mayoría había de acarrear desde la fuente).
Tengo que decir que a mi me gustan caldosas pero la costumbre era hacerlas más bien secas, con el agua justa (quizá debido a lo escasa que también era el agua que la mayoría había de acarrear desde la fuente).
Comentarios
Un besito
Yo también las conservo por que creo que están llenas de recuerdos y que ademas, eran tiempos muy felices a pesar de las carencias que por entonces existían.
Besitos.
Es cierto que vinculamos platos a etapas de nuestra vida y además hay un detalle curioso, los comemos ahora y nos gustan y antes puede que solo verlos ya echábamos a correr.
Un besito.