TOMATES CON QUESO FRESCO Y ALBAHACA
Con esta riquísima ensalada, que es un clásico de la cocina italiana, comprobamos lo poco que se necesita para conseguir un plato de primera.
Como se ve, los ingredientes no pueden ser más sencillos: tomate, queso fresco, aceite de oliva y albahaca.
¿Dónde está el misterio? En algunos pequeños detalles:
* En la calidad de los ingredientes. Tomates en su punto óptimo de madurez, queso muy, muy fresco y aceite de oliva virgen extra.
* En los pequeños trucos:
- El tomate, previamente escaldado en agua hirviendo durante unos segundos y pelado. De esta forma nos deshacemos de un plumazo de la acidez propia de la piel del tomate y de su textura demasiado tersa y dura al lado de la suavidad del queso.
- El no aliñarla con limón o vinagre que le añadiría acidez y este sabor prevalecería por encima de los demás dejándolos anulados. Sólo el aceite de oliva y la albahaca como aliño.
- El no añadirle sal pues el queso ya la lleva y pasaría como con el ácido, anularía el dulzor del tomate y los aromas del aceite.
Comentarios
Muy chulo tu nuevo blog
Un abrazo.
Saludos
Abrazos.
Estoy deseando que llegue el tiempo de los tomates de la huerta que esos si que hacen ricas las ensaladas, yo a la ensalada de queso fresco con tomate la alineo con el aceite de oliva, pimienta de colores y orégano (es otra forma de hacerlo) este año la probaré con la albahaca.
Un beso guapetona ^___^