LOS ALIMENTOS Y LA SALUD. Recomendaciones para prevenir el cáncer
En el año 1997, el Fondo Internacional para la Investigación del Cáncer, publicó un informe en el que dejaba en evidencia la relación existente entre cáncer y dieta.
Dicho informe, titulado “Alimentos, Nutrición y Prevención del Cáncer: Una Perspectiva Global”, incluía una serie de recomendaciones dietéticas que no está nada mal recordar.
Las recomendaciones eran fundamentalmente éstas:
Sólo sería necesario controlar las cantidades de según qué alimentos y realizar un poquito de ejercicio.
El consejo que resume todas estas recomendaciones sería “variedad y moderación” en la dieta, o sea, comida variada y equilibrada.
Se trataría de una alimentación basada principalmente en alimentos vegetales (cereales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos), con el aceite de oliva como fuente de grasa, con consumo alto de pescados y mariscos
y moderado o bajo de carnes rojas, productos lácteos, alcohol, huevos y dulces.
Serían muy recomendables dentro de las hortalizas, las de la familia de las crucíferas (brécol, col de Bruselas, col, rábano, coliflor, repollo).
También las alcachofas, escarola, cardo y zanahoria por su contenido en carotenos, fibra y vitamina C.
Y la cebolla y el ajo crudo por sus componentes sulfurados.
Dicho informe, titulado “Alimentos, Nutrición y Prevención del Cáncer: Una Perspectiva Global”, incluía una serie de recomendaciones dietéticas que no está nada mal recordar.
Las recomendaciones eran fundamentalmente éstas:
- Elegir dietas ricas en verduras, frutas y legumbres
- Mantener un peso corporal razonable: entre 18,5 y 25 kg/m2 de masa corporal
- Dedicar una hora al día a caminar o hacer ejercicio
- Comer diariamente y durante todo el año verduras y frutas variadas
- Comer diariamente legumbres, raíces o tubérculos
- Limitar las bebidas alcohólicas a un máximo de dos por día los hombres y una las mujeres
- Limitar el consumo de carne roja, mantequilla y grasas animales
- Limitar el consumo de alimentos grasos, especialmente los de origen animal.
- Limitar el consumo de sal.
- No fumar y evitar los alimentos carbonizados (Barbacoas, ahumados…) y el uso de suplementos dietéticos (por considerarlos inútiles).
Sólo sería necesario controlar las cantidades de según qué alimentos y realizar un poquito de ejercicio.
El consejo que resume todas estas recomendaciones sería “variedad y moderación” en la dieta, o sea, comida variada y equilibrada.
Se trataría de una alimentación basada principalmente en alimentos vegetales (cereales, frutas, verduras, legumbres, frutos secos), con el aceite de oliva como fuente de grasa, con consumo alto de pescados y mariscos
y moderado o bajo de carnes rojas, productos lácteos, alcohol, huevos y dulces.
Serían muy recomendables dentro de las hortalizas, las de la familia de las crucíferas (brécol, col de Bruselas, col, rábano, coliflor, repollo).
También las alcachofas, escarola, cardo y zanahoria por su contenido en carotenos, fibra y vitamina C.
Y la cebolla y el ajo crudo por sus componentes sulfurados.
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