PAN TOSTADO EN EL HORNO

El pan tostado podemos prepararlo con la tostadora o en el horno, dependiendo de cómo lo queramos y para qué:
Si deseamos tostas algo gruesas, crujientes por fuera y blandas por dentro, las haremos con la tostadora y con pan fresco.

Si por el contrario, queremos tostadas finas y crujientes para untar con patés, cremas, etc, quedarán mejor en el horno, con pan viejo del día anterior o de dos días, cortado en rebanadas finas.

Tostadas finas y crujientes en el horno

• Encendemos el horno y lo precalentamos a 180ºC con calor arriba y abajo.
• Cortamos el pan en rebanadas finas de forma que nos queden lo más uniformes posible. Se hace muy bien con un corta fiambres o similar.
• Las colocamos sobre la rejilla del horno

• Las metemos al horno precalentado, en la parte central,  durante unos pocos minutos, hasta que las veamos doradas. El tiempo depende de la frescura del pan. Puede llevarnos entre 5 y 8 minutos.
• A la mitad del tiempo, conviene abrir y cerrar el horno para que salga el vapor que va desprendiendo el pan.
• Una vez tostadas, las sacamos del horno y dejamos que se enfríen sobre la rejilla.

Guardadas en recipiente cerrado, pueden durarnos hasta un mes.

También en el horno podemos conseguir tostadas doradas y crujientes por fuera pero algo blandas por dentro: las cortaremos algo más gruesas y las haremos a alta temperatura, a unos 230ºC

Tostadas con ajo y aceite

• Una vez cortadas las rebanadas, las frotamos con ajo y las pincelamos con aceite de oliva.
• Las colocamos en la rejilla del horno y las horneamos a 180º durante unos 6 o 7 minutos o hasta que las veamos doradas.
• Quedan riquísimas acompañando cremas y purés o como aperitivo con algo encima.

También podemos tostar de la misma forma otra clase de panes como chapata, pan con pasas y nueces, pan de maíz...