TRUCOS PARA COCER HUEVOS DE FORMA PERFECTA
¡Vaya, Ruqui se pasa de lista!, pensarán algunos.
Pero que va, conozco cocineras muy experimentadas que no se saben todos los truquillos y yo, que llevo muchos años cocinando, me sé estos que os voy a contar pero seguro que algunos me quedan por aprender y estaré encantada de que alguien añada alguno más a la lista.
Empecemos por orden:
- Los huevos para cocer, al contrario que para otros usos, no tienen que ser demasiado frescos pues si lo son, la tarea de pelarlos será muy complicada.
- Conviene sacarlos del frigorífico un rato antes para que se pongan a temperatura ambiente.
- Al momento de ir a cocerlos, los lavaremos bien al chorro de agua fría, frotándolos con un cepillito si fuera necesario. Si los huevos son de granja suelen venir limpios pero si son caseros, necesitarán este lavado ya que las gallinas no suelen andarse con remilgos y pueden traer adherida suciedad.
- Una vez bien lavados, los introducimos en un recipiente con agua fría que los cubra en abundancia. Si no quedan cubiertos del todo, se cocerán de forma irregular y quedarán más hechos por un lado que por otro. También ocurrirá que la yema no cuajará en el centro y si son para rellenar o presentar partidos al medio no resultarán bien. Si queremos la yema exactamente en el centro conviene que mientras cuecen, los movamos un poco para que se giren y reciban el calor igual por todos los lados.
- Nunca pondremos los huevos a cocer en agua que ya está hirviendo pues estallarán nada más introducirlos en ella.
- Agregaremos al agua de cocerlos una cucharada de vinagre para que con la ebullición no se rompa la cáscara.
- Y seguidos estos pasos: a temperatura ambiente, limpios y sumergidos en agua fría con vinagre, los llevamos al fuego y cuando el agua empieza a hervir, bajamos el fuego para que hiervan suavemente y empezamos a contar los minutos:
Para huevos duros: 10 minutos
Para pasados por agua: 2 minutos
- Una vez cocidos, les retiramos inmediatamente el agua hirviendo y los ponemos al chorro de agua fría. Esto es importante para que las yemas conserven su color bien amarillo. Si se dejan enfriar poco a poco en el agua de cocción, las yemas cogerán un color negruzco que les hará parecer viejos y desagradables.
- Los tendremos sumergidos en el agua fría hasta que estén a una temperatura con la que puedan pelarse.
- Para pelarlos, les daremos un golpe seco por la parte donde tienen la cámara de aire (la menos puntiaguda) para que rompa por allí.
- Luego, iremos retirando la cáscara con los dedos y una vez pelados, los pasaremos de nuevo por el chorro de agua para eliminar cualquier rastro de cáscara que pueda habérsenos escapado.
- Si no los vamos a utilizar en el momento, podemos conservarlos cocidos en el frigorífico, sin pelar o pelados pero en un recipiente hermético para que no se resequen.
Comentarios
Besinos
Yo es que casi los hago igual que tú, pero a veces me cuesta un montón de pelarlos y es un gran fastidio.
Saludos.
Enhorabuena
Un beso
Un beso