SALSA BECHAMEL
La salsa bechamel o besamela, es una salsa blanca de origen francés elaborada con harina, leche y aceite de oliva o mantequilla. Yo recomiendo el uso del aceite en vez de la mantequilla pues queda igual de rica o quizá hasta más suave y delicada y resultará mucho más saludable.
En alguna ocasión, he visto también recetas de esta salsa elaborada con nata. Os puedo asegurar que con leche normal o semidesnatada queda estupenda y no es necesario agregarle grasas saturadas que la harán menos saludable.
Forma parte de muchísimos platos tales como soufflés, croquetas, lasañas, cremas, gratinados de todo tipo... por lo que podemos considerarla una receta básica que es necesario conocer.
Al principio, hasta que le cojamos el punto, nos parecerá algo complicada pero con algunos truquillos, nos quedará genial.
En función de la cantidad de leche que le añadamos, conseguiremos una salsa más o menos espesa o ligera para según qué función.
INGREDIENTES
Aceite de oliva - harina de trigo - leche - nuez moscada - pimienta blanca molida (optativo) - sal
ELABORACIÓN
Ponemos en una sartén grande 4 cucharadas de aceite y la llevamos al fuego.
Cuando el aceite se ha calentado, agregamos 2 cucharadas de harina y revolvemos con cuchara de madera o espátula para que la harina se impregne bien con el aceite.
Dejamos que la harina se rehogue durante un momento procurando que no llegue a tostarse. El que la harina se rehogue es importante para que el sabor de la bechamel no sea de harina cruda y el que no se tueste también para que la salsa nos quede de su color blanco característico.
Seguidamente añadimos a la sartén un vaso de leche (del tiempo o fría) poco a poco y removemos suavemente formando círculos para que la harina absorba la leche y se nos forme una masa homogénea.
Al principio parecerá que no va a salirnos pero enseguida empezará a ligar y a convertirse en una crema suave.
Seguimos añadiendo leche y revolviendo.
La sazonamos con sal, unas raspaduras de nuez moscada y un poco de pimienta y seguimos revolviendo mientras cuece durante unos 5 o 6 minutos.
Si lo vemos necesario porque la encontramos muy espesa, agregamos un poco más de leche y seguimos removiendo hasta que la salsa tenga la consistencia deseada.
Si por el contrario, nos ha quedado demasiado ligera, la cocemos durante un poco más de tiempo para que espese.
Y si tenemos un mal día y nos queda grumosa, introducimos en ella la batidora y batimos hasta que la veamos suave y cremosa pero no se nos ocurre desanimarnos y mucho menos, tirarla a la basura.
* Un truquillo para que nos quede deliciosa: primero cocemos la leche con una cebolla cortada en dos, una hoja de laurel y unos clavos de olor (clavados en la cebolla). Dejamos que hierva durante 4 o 5 minutos y luego la dejamos enfriar antes de utilizarla.
* Si la queremos para croquetas, primero pochamos una cebolla picada fina y sobre esa cebolla con su aceite hacemos la salsa. Quedarán las croquetas jugosísimas.
Comentarios
Besoss Ruqui, hoy desde
http://siempreseraprimavera.blogspot.com.ar/2014/08/metodos-para-tiernizar-la-carne.html
Un beso
Mi madre siempre la hizo con aceite y en mi opinion queda mucho más rica, más ligera y por supuesto más saludable.
Besos