PECHUGA DE POLLO CON ARROZ
Este es un plato muy adecuado para personas convalecientes que necesitan alimentos de fácil digestión pero nutritivos y completos. También para personas mayores que mastican con dificultad otro tipo de carnes pero necesitan consumir proteínas como todo el mundo y, por supuesto, para todos los que deseen cocinar y comer algo fácil y saludable.
A la salsa, si la situación lo permite, podemos añadirle una cucharadita de mostaza. Yo lo hago porque le da saborcito rico.
PECHUGA DE POLLO CON ARROZ
INGREDIENTES para dos personas
Para la pechuga
- Una pechuga de pollo.
- Una cebolla.
- Una zanahoria.
- Laurel, perejil, tomillo (u otras hierbas que gusten), agua y sal
Para el arroz
- Una cucharada de aceite.
- 100g de arroz.
- Una cebolla pequeña.
- Un diente de ajo.
- El caldo de la pechuga
Para la salsa
- 2 cucharadas de aceite.
- una cucharadita de mostaza.
- una yema de huevo.
- Un chorrito de leche.
- Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
La pechuga
Hacemos un caldo con medio litro de agua,la
cebolla y la zanahoria troceadas y las
hierbas
Dejamos que hierva durante 15 o 20 minutos, después de lo
cual introducimos en el caldo la pechuga entera pero sin piel y dejamos que
cueza durante unos 10 minutos. La reservamos caliente.
El arroz
Ponemos una cucharada de aceite en una cacerola, la
llevamos al fuego y agregamos la cebolla y el ajo partidos
en cuadritos cuando el aceite está aún templado.
Los rehogamos durante un par de minutos, añadimos el arroz,
lo rehogamos otro poco a fuego vivo y lo cubrimos con el caldo de cocer la
pechuga (unas tres medidas de agua por cada una de arroz).
Bajamos el fuego y dejamos que se haga durante unos 18-20 minutos, dependiendo del arroz y de cómo nos guste.
Bajamos el fuego y dejamos que se haga durante unos 18-20 minutos, dependiendo del arroz y de cómo nos guste.
La salsa
Mezclamos en una salsera 2 cucharadas de aceite, una
cucharadita de mostaza, una yema de huevo y un pequeño chorrito de leche.
Servimos la pechuga fileteada junto con el arroz y la salsa.
También podemos acompañarlo con esta otra salsa, que es una salsa blanca a la que se le añade fuera del fuego la yema de huevo. Es un poquito más laboriosa pero también queda muy bien.
- Una cucharada de aceite.
- Una cucharada rasa de harina.
- Un vasito de caldo o leche.
- Nuez moscada.
- Una yema de huevo fresco.
- Sal y pimienta
Doramos con el aceite la cucharada de harina y le agregamos la leche o el caldo, revolviendo para que no queden grumos. Lo sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada y lo dejamos cocer unos minutos. Lo retiramos del fuego y le agregamos la yema de huevo.
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