El sofrito ¡qué gran invento!
¿Y qué es sofreír?
Una técnica culinaria que consiste en cocinar un alimento con poco aceite, a fuego lento, de forma que se haga pero no se dore.
Hay otras técnicas culinarias que también se llevan a cabo cocinando un alimento en aceite pero con pequeñas diferencias respecto al sofrito y con diferentes resultados:
Freír: cocinar el alimento en abundante aceite, a fuego medio o alto, de forma que adquiera una costra dorada.
Dorar: pasar el alimento por aceite hirviendo de forma que adquiera color dorado por fuera sin cocinarse por dentro.
Rehogar: cocinar con muy poca aceite y a fuego medio, de forma que el alimento se dora algo pero no se tuesta.
Saltear: cocinar el alimento a fuego muy vivo moviéndolo, haciéndolo “saltar” para que se cocine y se dore pero sin perder los jugos.
Pochar: sofreír en muy poca aceite y a temperatura muy baja con el fin de que el alimento se ablande.
Confitar: similar a “pochar”: cocinar el alimento en aceite, ni muy fría ni muy caliente (entre 70ºC y 90ºC), lentamente, hasta que se ablanda sin tomar color.
En todas estas técnicas, lo que varía es la cantidad de aceite, la temperatura y el tiempo de cocción.
El sofrito es simplemente una salsa que se elabora sofriendo en aceite, a fuego medio primero y a fuego lento después, cebolla, ajo y tomate picados hasta que se ablandan y reducen los líquidos.
A veces, el sofrito se elabora solamente con cebolla, ajo y aceite pero la mayoría de recetas incorporan también el tomate.
La forma de introducir en el aceite estos tres ingredientes (ajo, cebolla y tomate) puede variar y dar lugar a ligeras diferencias en el resultado:
- Hay quien primero dora ligeramente el ajo y a continuación añade la cebolla, deja que esta pierda la tersura y a continuación añade el tomate pelado y troceado o rallado. De esta manera, el sabor del ajo será ligeramente el protagonista.
- Hay quien tiene la costumbre (yo una de ellas) de sofreír primero la cebolla sola, luego añadir el ajo y por último el tomate. Así, los sabores quedan más equilibrados.
- Por último, he visto recetas en las que el ajo y la cebolla se añaden al mismo tiempo o incluso se ponen los tres ingredientes juntos desde el principio.
Al sofrito básico se le pueden añadir más ingredientes. Yo preparo mucho uno al que le añado pimiento rojo o verde o ambos. En este caso, lo primero que sofrío es el pimiento para que suelte todo su sabor y luego, añado la cebolla y el ajo y por último, el tomate.
Dependiendo de a qué plato vaya destinado, un sofrito puede llevar también perejil o cilantro, calabacín, calabaza, berenjena.. y puede sazonarse, además de con sal, con pimienta, pimentón, orégano, tomillo y otras especias.
Una vez cocinado, podemos repartirlo en porciones y congelarlo o bien embotarlo y esterilizarlo al baño maría. Así puede conservarse durante todo el año.
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