Pan con tomate


La primera vez que comí pan con tomate preparado de esta forma fue en Cataluña (pa amb tomàquet le dicen allí) y puedo aseguraros que pensé que era una de las mayores delicias que había comido nunca.
A mi el buen pan aunque sea solo, ya me resulta un manjar. Así, ya podéis imaginaros... y si para colmo, lo acompañas de una loncha de buen jamón ibérico, ya es el sumum.

Algo tan sencillo y a la vez sublime como esto, ha traspasado las fronteras catalanas y ya se degusta en cualquier parte de la península. También es conocido por "pan tumaca"

En Cataluña, se hace con rebanadas de pa de pagès (pan de payés) que es una torta de pan artesano que se elabora allí.
A mi me encanta también con torta castellana (como en la foto) y con pan de hogaza de pueblo, de miga suelta y abierta y corteza bien crujiente.

Los tomates no son los de ensalada. Se utiliza una variedad redonda, muy jugosa, de carne blanda llamados "tomates de untar" o "tomates de colgar" porque se recogen con su rama y se cuelgan así en lugar oscuro y seco, conservándose así durante muchos meses.


INGREDIENTES
  • Rebanadas de pan de payés, de hogaza o de torta artesana
  • Un diente de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Tomates rojos bien maduros (tomates de untar)
  • Sal
  • Para acompañar: lonchas finas de jamón.
ELABORACIÓN
  • El pan puede ir tal cual o ligeramente tostado. Se tuesta muy ligeramente para que el pan pierda un poquito de humedad, el tomate resbale mejor sobre él y absorba mejor sus jugos. 
  • Se pela el ajo, se corta al medio y se frota con la miga de la rebanada de pan.
  • Se parten los tomates al medio y se frota con ellos el pan. Nunca se ralla el tomate sino que se frota.
  • Se rocía con un chorrillo de aceite.
  • Por último, se sazona con sal. Si la acompañamos con jamón, la sal no es necesaria.
* Es muy probable que esta forma de untar el pan con tomate la inventaran nuestros antepasados para aprovechar el pan duro, ablandándolo con el jugo del tomate.

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