Croquetas de queso y perejil
Ya he publicado varias entradas con recetas de croquetas y aunque el proceso de elaboración es casi siempre el mismo (o muy parecido), los ingredientes principales varían en unas u otras.
Hoy traigo éstas con queso y perejil que quedan muy sabrosas y ricas.
INGREDIENTES (para unas tres personas)
- 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva
- Media cebolla
- Un trozo de unos 50-60 g de queso azul (Picón, Treviso, Roquefort...)
- 40 g de harina (unas dos cucharadas colmadas)
- Un vaso de leche (unos 300 ml)
- un ramillete de perejil
- nuez moscada rallada, pimienta blanca y sal
ELABORACIÓN
- Picamos muy fina la cebolla y la sofreÍmos suavemente en el aceite, procurando que no se tueste, hasta que la veamos muy blanda.
- Cuando la cebolla está hecha, agregamos el queso desmigado y la harina y lo rehogamos un poco a fuego medio, moviendo con cuchara de madera para que toda ello se mezcle y se dore ligeramente.
- Añadimos un chorro de leche y revolvemos bien para que la mezcla la absorba y se nos vaya formando la masa.
- Añadimos el resto de leche y seguimos revolviendo, dejando que cueza el conjunto durante 5 o 6 minutos.
- Sazonamos con sal, pimienta y nuez moscada y agregamos el perejil picado.
- Volcamos la masa sobre una fuente previamente engrasada y la dejamos enfriar.
* Si la masa nos queda poco espesa, la cocemos durante unos minutos más hasta que adquiera la consistencia deseada. Si por el contrario, nos queda muy seca, agregamos otro poco de leche.
* Lo ideal es que la masa quede cremosa y para poder armarlas bien, se guarda en el frigorífico hasta el día siguiente pues al enfriar se pone consistente y se le da la forma más fácilmente.
Cuando las doremos en la sartén, la masa, al calentarse, volverá a quedar cremosa.
Dar forma a las croquetas
- Preparamos tres cuencos: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado.
- Cortamos porciones de masa, las rebozamos en la harina dándole con las manos la forma redonda o alargada que nos guste.
- Las vamos depositando en el cuenco del huevo y una vez bañadas con éste, las rebozamos con el pan rallado.
- Y ya están listas para dorarlas en abundante aceite caliente o bien reservarlas ya preparadas para el momento adecuado.
* Para dejarlas por dentro muy ligeras y cremosas, preparamos la masa muy poco consistente (con más leche) y la metemos unas horas en el congelador.
Con la masa muy fría, se arman y se fríen a fuego lento primero para que se calienten bien por dentro y a fuego vivo al final para que se doren.
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