HIGOS EN ALMÍBAR
Sabemos que los higos tienen un gran contenido en azúcares por lo que deben consumirse con mesura, sobre todo si se tienen problemas de peso pero es una fruta buenísima para los huesos y el intestino por lo que, de pocos en pocos, no debemos prescindir de su consumo.
Como más ricos están es recién cogidos del árbol y la higuera parece saberlo, ya que va madurándolos poco a poco para que recolectemos algunos cada día y podamos disfrutar de ellos por una larga temporada. Si el otoño viene seco y soleado, aquí en mi tierra se cosechan durante septiembre y octubre.
Con los sobrantes, podemos preparar, aparte de estos higos en almíbar, una riquísima mermelada, higos al vino tinto, arrope y otros muchos postres como flan de higos o natillas con higos que encontraréis en éste blog.
HIGOS EN ALMÍBAR
INGREDIENTES
Para 1 kilo de higos maduros pero enteros – ¼ litro de agua – 150 gramos de azúcar – una cáscara de limón.
Tarros de cristal con cierre hermético previamente esterilizados.
Con esta cantidad de azúcar quedan poco dulces que es como a mi me gustan pero, como siempre, es cuestión de probar y adaptar la cantidad al gusto personal. Se pueden añadir hasta 100g más sin que queden empalagosos.
ELABORACIÓN
Lavamos los higos con abundante agua fría, los escurrimos muy bien y les eliminamos el rabito.
Ponemos el agua, el azúcar y la corteza de limón a fuego mínimo en una cacerola y revolvemos sin dejar que llegue a hervir hasta que el azúcar se haya disuelto. Después, subimos el fuego y dejamos que hierva durante un par de minutos.
Introducimos los higos en el almíbar hirviendo de forma que no se monten unos encima de otros. Un kilo yo suelo hacerlo de dos o tres veces
Dejamos que los higos cuezan en el almíbar hasta que cambian de color y se hinchan, operación que suele durar unos 10 minutos. Si los higos son bastante consistentes pueden necesitar otros 5 o 10 minutos más. Es cuestión de ir viendo.
Los sacamos para un tarro de cristal y hacemos la siguiente tanda de la misma manera.
Cuando hemos cocido todos los higos, hervimos durante un rato más el almíbar para reducirlo ya que los higos sueltan su agua y lo dejan bastante líquido.
Cuando lo veamos con la consistencia deseada, con él prácticamente hirviendo, rellenamos los tarros hasta el borde.
Los cerramos enseguida y una vez fríos, los limpiamos y etiquetamos. Los guardamos en lugar refrigerado.
Si no es así, los esterilizamos al baño maría para lo cual no los llenamos hasta el borde sino que dejamos un centímetro libre. Para ver este procedimiento, visitar la página de Conservas caseras
También podemos congelarlos pero al igual que para el "baño maría" para congelar dejamos también un espacio libre en los tarros.
Y ya podemos disfrutar durante el resto del año de un postre sano y natural y de paso aprovechamos el excedente, que es una pena dejárselo todo a los pájaros
También podemos congelarlos pero al igual que para el "baño maría" para congelar dejamos también un espacio libre en los tarros.
Y ya podemos disfrutar durante el resto del año de un postre sano y natural y de paso aprovechamos el excedente, que es una pena dejárselo todo a los pájaros
Comentarios