Farinata con calabacín gratinada

Para los que no conocen la farinata, diré que es una especie de pastel salado que se elabora con harina de garbanzos y que da mucho juego ya que puede tomarse sola, acompañada o como guarnición, recién hecha o del tiempo e incluso congelarse.
Hoy precisamente he usado unos trozos que tenía congelados. Los he dejado descongelar en el frigorífico, he preparado la salsa y lo he gratinado.

Con esta salsita  hace un plato muy rico, saludable, de fácil digestión y nutritivo. Al final del post muestro otra combinación aún mas sencilla.

INGREDIENTES

Para la farinata

• 200g de harina de garbanzos
• 70ml de aceite de oliva.
• Un litro de agua.
• Sal y pimienta

Para la salsa de calabacín (para dos personas)

• Un calabacín pequeño cortado en tiritas finas.
• Un tomate rojo pelado y cortado en cuadritos.
• 2 cucharadas de aceite.
• Un diente de ajo.
• Media cucharadita de orégano
• Sal y pimienta.

ELABORACIÓN

La farinata

• Ponemos la harina de garbanzos en un cuenco y vertemos el agua fría sobre ella, revolviendo al mismo tiempo para que se disuelva y no se formen grumos.
• Añadimos el aceite y una cucharadita de sal. Nos queda una mezcla completamente líquida que dejamos reposar durante media hora.
• Precalentamos el horno a 220º.
• Aceitamos la bandeja del horno y vertemos en ella la mezcla. La cocemos durante unos 40 minutos o hasta que se ha evaporado todo el líquido y la capa superior se ha dorado y quedado crujiente.

La salsa de calabacín

• Ponemos en una sartén el aceite y el ajo entero y lo cocinamos (confitamos) a fuego suave hasta que se ablanda sin dorarse.
• Subimos después el fuego y agregamos el calabacín, el orégano y el tomate. Lo sazonamos con sal y pimienta blanca molida.
• Lo cocinamos durante unos 3 o 4 minutos, hasta que el calabacín se ablanda.
• Lo aplastamos un poco con un tenedor de forma que quede algo triturado pero granuloso y lo colocamos sobre la farinata.

Lo cubrimos con queso rallado y lo introducimos en el horno para que se caliente y se gratine.

• Otra opción super sencilla y rápida son estos emparedados de farinata y queso.

Cortamos la farinata en cuadrados o rectángulos, cortamos el queso en pedazos del mismo tamaño, montamos los pinchos dejando la parte crujiente de la farinata hacia fuera. Los espolvoreamos con pimienta recién molida.
Podemos tomarlos del tiempo o darles un toque de horno.

* Si queremos recalentarla para tomarla como guarnición,se pasa un momento por la plancha o por una sartén aceitada a fuego vivo.

* Podemos conservarla durante unos días en el frigo tapada con un film de cocina o en recipiente hermético.