Berenjenas asadas y a la plancha. Cómo conservarlas.


Es tiempo de berenjenas y este año vienen muy buenas y en abundancia así que ha llegado el momento de decidirse a guardar los excedentes para cuando no haya.

Las berenjenas pueden guardarse de diferentes formas.
Os cuento cómo lo hago yo por si os da una idea pero antes de comenzar quiero insistir en que debemos olvidarnos del consejo que nos dan las antiguas recetas de ponerlas a "sudar" para que suelten el amargor. Amargas eran las silvestres y las primeras variedades cultivadas. Hoy día, se cultivan variedades de berenjena no amargas por lo que esa operación es del todo innecesaria.

Berenjenas asadas
  • Precalentamos el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
  • Les rebanamos el cáliz espinoso, las lavamos con agua fría y las secamos con un paño o con papel de cocina.
  • Las cortamos longitudinalmente en dos mitades y las colocamos en una bandeja de horno.
  • Las pincelamos con aceite de oliva y las asamos a 200ºC durante una media hora o hasta que al pincharlas las notemos blandas.

Si las berenjenas son frescas, preparadas de esta manera quedan tan tiernas y jugosas que se come incluso la piel.

  • Una vez frías, podemos utilizarlas en el momento o congelarlas. Yo hago paquetes de ración envolviéndolas en film de cocina y directas al congelador.
Las berenjenas asadas sirven para utilizar en casi todas las recetas con berenjenas. En este enlace: Berenjenas podéis encontrar muchas de ellas

Para descongelarlas y utilizarlas, se sacan para el frigorífico (heladera) el día anterior y se deja que se descongelen a su aire.


Además de congeladas, podemos conservar las berenjenas:

En rodajas a la plancha
  • Cortamos las berenjenas en rodajas, las untamos con aceite por ambas caras y las hacemos por ambos lados en la plancha pincelada de aceite y bien caliente hasta que las veamos doradas. 
  • Las dejamos enfriar.
  • Preparamos un tarro previamente esterilizado y un cuenco con aceite. Vamos pasando las rodajas por el aceite y colocándolas en el tarro.
  • Dejamos 2 cm de tarro libre, introducimos unos granos de pimienta negra, rellenamos con aceite la parte del tarro libre que quedaba y cerramos.
  • Lo guardamos en un lugar oscuro y seco o mejor en el frigorífico y esperamos unos 15 días para consumirlas.
De esta forma, pueden conservarse durante 6 meses.

Berenjenas en conserva con vinagre y aceite  (pinchar el enlace para ver la receta ya publicada anteriormente).

Cocidas en cacerola o en el microondas con un poquito de agua (o al vapor) y luego congeladas o guardadas en tarros rellenando de aceite los huecos y esterilizándolos al baño maría.

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